La oportunidad de su vida
Varias mujeres esperando en Nairobi (Kenia) a ser seleccionadas como modelos por la agencia Ford de Estados Unidos que se ha desplazado a este país africano en busca de nuevas candidatas. Finalmente han elegido a quince chicas, incluida una proveniente de una zona rural que jamás en su vida se había calzado zapatos de tacón.
Fundada en 1946, esta agencia tenía su sede en una pequeña oficina situada en la Segunda Avenida de Manhattan. En aquellos difíciles comienzos, Ford tan sólo contaba con unas doce modelos. Ahora, la compañía tiene su propio edificio en Nueva York y cuenta con cientos de ellas. Incluso, en los últimos tiempos, se ha ampliado su poder con la representación de modelos masculinos, niños y profesionales de la TV. Y es que a lo largo de toda su historia, Ford ha representado a mujeres de gran belleza (Christy Turlington, Jerry Hall, Candice Bergen -la protagonista de la serie televisiva Murphy Brown-, Kim Basinger, Brooke Shields, Stephanie Seymour, Melanie Griffith, Sharon Stone, René Russo,...) que han conquistado tanto el mundo de la moda como el del espectáculo.
En multitud de ocasiones se ha dicho de Ford que más que una agencia de modelos es como una gran familia. Quizás sea porque los fundadores de la misma fueron el matrimonio Ford, compuesto por Jerry Ford y Eileen Otte, que se casaron tras conocerse en una sala de fiestas dos años antes de fundar su propia empresa sorprendidos, mientras planificaban su futuro juntos, de que las propias modelos fueran las que debieran preocuparse por cobrar sus trabajos y gestionar sus asuntos financieros, sin representante alguno. Eran otros tiempos. Eileen, que tenía dos amigas modelos, tuvo entonces una revolucionaria idea: ocuparse de las modelos, ser sus intermediarios de cara a los anunciantes pagándoles con antelación, con una comisión de un 10 por ciento sobre la modelo y otro 10 por ciento sobre la firma contratante. Esta decisión cambió el futuro del matrimonio y les hizo millonarios, además de revolucionar la historia de la moda y conseguir revalorizar la profesión de modelo. Trataban a sus chicas como si fueran sus propias hijas. Para ello, solían alojarse en una especie de colegios mayores donde convivían bajo el mismo techo protegidas por el matrimonio Ford.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Inicio