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Cosas de mujeres

jueves, abril 08, 2010

Cada ojo requiere de su propio maquillaje

Si buscásemos al ojo perfecto, a buen seguro éste sería uno grande, de forma almendrada, distanciado del otro, con una ceja bien elevada y perfilada. Pero pocas mujeres nacemos con esta tipología tan perfecta de manera natural por lo que no nos queda más remedio que recurrir al maquillaje además de para destacar nuestras virtudes, para disimular aquellas imperfecciones. Es esto un arma de doble filo, ya que lo mismo puede transformar nuestro rostro para bien como hacerlo para mal. Por ello, antes de coger el lápiz, es importante conocer a fondo qué tipo de ojos tenemos: si estos son pequeños y lo que deseamos es agrandarlos o por el contrario son grandes y queremos empequeñecerlos (mucho menos frecuente ya que normalmente cuanto más grandes mejor). También tenemos que ver si tenemos los ojos juntos o separados. Lo más habitual es que estén demasiado juntos y queramos dar la sensación de que están más espaciados. O si los tenemos hundidos o saltones (un defecto asociado muchas veces al uso de gafas).
Cuando los ojos son pequeños conviene elegir tonos suaves y luminosos y aplicar el eye-liner en el ángulo extremo del ojo. Unas buenas pestañas, bien peinadas hacia arriba, ayudarán también lo suyo. Cuidado con el lápiz de ojos, puede ser tu mejor aliado o convertir tu cara en una pesadilla, aplícalo justo en la raiz de las pestañas y mejor si está un poco difuminado.
Cuando estén muy juntos será imprescindible que las cejas estén bien depiladas en la zona en la que tienden a unirse sobre la nariz. Lo ideal es dejar bien despezada de pelitos esa zona. Aplica tonos claros en la zona interna del párpado y los oscuros en el exterior, difuminando hacia las sienes. En cuanto al uso del lápiz, comienza en la mitad del párpado superior estirando la línea hacia fuera.
Cuando los ojos estén muy hundidos lo que debes buscar es restar protagonismo a la ceja y a la zona inmediatamente bajo la ceja. Convendrá destacar los párpados con tonos claros, nunca con tonos oscuros. Por norma, los tonos claros tienden a destacar y los oscuros profundizan. Un poco de lápiz blanco en el borde superior de las pestañas puede ayudarte mucho.
Por colores, los ojos verdes se verán muy favorecidos con marrones, tierras... Y si quieres darle un protagonismo especial, recurre a los malvas y rosas. No uses el azul si tienes ojos azules. ¿Por qué hacerle la competencia a tus iris? Los grises, platas y oros probablemente te sentarán muy bien en este caso. Los ojos marrones y negros admiten casi cualquier color. De día los marrones, grises, cobres, rosas... Y los azules por la noche quedan estupendos.
¡Cuidado con las sombras nacaradas! Pueden ser muy favorecedoras pero hay que saber en qué momento conviene usarlas ya que pueden acabar destacando los defectos en vez de ocultándolos, además de que no son apropiadas en los ojos maduros.
Finalmente, para saber si nos queda bien o no una determinada solución, hazte alguna foto ya que éstas son más reveladoras de lo que nos favorece que un simple -o incluso meticuloso- vistazo delante del espejo. Y al igual que ningún artesano puede trabajar sin unas buenas herramientas, con el maquillaje sucede exactamente lo mismo. Jamás obtendremos buenos resultados si no contamos con un buen juego de pinceles y esponjas, un rizador de pestañas, rimmel, lápices perfiladores, khol (la mejor opción para ojos sensibles, aunque sea el menos duradero), eye-liner y sombras de distintos colores y texturas. Y una vez arreglada, sal, y deja que te miren.

1 Comentarios:

At 11:18 a. m., Anonymous monica dijo...

Es muy importante la belleza exterior pero aún más la belleza interior. Si estamos bien internamente, lo reflejaremos por fuera.
Desde que conocí la Cabala, mi vida cambió radicalmente. He llegado a conocerme mejor, entender porqué me cuestan ciertas situaciones y cambiar viejos patrones para evolucionar.
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