Una edad para cada cosa y cada cosa a su edad
Sasha Bennington, esta niña inglesa de las imágenes, con tan sólo 11 años, es toda una experta, según publica el 'Daily Mail', en arreglarse como si en realidad fuera mayor. Una práctica que según cuentan en un extenso artículo también están costumbradas a hacer otras amigas del grupo de la pequeña.
"Todos las chicas son así ahora", dice Jayne, la madre (31 años) de Sasha, que reconoce que quiere ver a su pequeña convertida en famosa algún día y para lo que no ha dudado en posar también junto a su niña en el mencionado artículo inglés. Y para alcanzar tal fin, obviamente, Jayne ayuda a su hija y le compra todo lo disponible y más para que luzca de esta manera.
Así, con tan corta edad, Sasha se gasta mensualmente alrededor de ¡400 euros en productos de maquillaje! La madre cuenta cómo su niña se hizo con su primer set de uñas postizas a la temprana edad de ¡ocho años! Desde entonces, extensiones, pedicura, sesiones de rayos UVA, ... así en un largo etcétera hasta prácticamente gastarse un sueldo entero en embellecer su joven piel.
No sé qué pensáis vosotras pero yo lo veo tremendamente inapropiado. Como indico en el título de esta entrada, hay una edad para cada cosa y cada cosa a su edad. ¿Qué opináis? Es gracioso en una fiesta, por ejemplo, o en un momento singular, que tu niña se vista de mayor y todas nos riamos juntas pero de eso a convertirlo en un modus vivendi hay un largo camino en el que arrebatas la inocencia, con qué derecho, a tu hija. Y realmente, ¿por qué lo hace lo madre? Casi que por ella misma y por ver reflejado en su niña algo que con probabilidad anhela más ella: la fama. Ni a los ocho años, ni a los once, suele haber ambiciones en los más pequeños. Puede haber deseos de ser esto o aquello, de ser como ésa o la de más allá, deseos que cambian a cada segundo, pero no ambición. No sé, a mí no me ha gustado.
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