5 trucos McGyver (II)

-Aromaterapia para el cabello. Haz una mezcla de aceite de almendras con dos gotas de aceite esencial de naranja. Si sólo dispones de uno de los dos, puedes usarlos por separado. Ponte el aceite en el pelo intentando penetrar bien en el cuero cabelludo masajeando con energía con las yemas de los dedos. No con las uñas. Los masajes estimulan la circulación sanguínea y una fuente abundante de sangre al cuero cabelludo favorecerá su crecimiento. Deja actuar el aceite durante unos diez minutos aproximadamente y después lávate la cabeza con cuantiosa agua para que no queden restos.

-Procura evitar esa constante manía de tocarte continuamente la cara, ya que cada vez que lo haces estás depositando sobre tu piel miles de bacterias. Encima, en caso de tener granitos y puntos negros puedes empeorar todavía más la situación. Un granito que no se manosea tiene una vida de ocho días. Por contra, si lo tocamos, el mismo grano nos durará el doble de tiempo.

-Los callos son engrosamientos de la piel como consecuencia de roces con el calzado, normalmente favorecidos por defectos o malos hábitos al pisar y por el uso de calzado inadecuado. Por eso, en primer lugar conviene que acudas a un médico ortopedista que te aconseje el tipo de calzado y actuaciones para evitar la formación de durezas. Además, puedes utilizar un antiguo remedio casero consistente en una pasta de hojas frescas de siempreviva, que puedes criar en macetas en tu propia casa, y que aplicada directamente sobre las callosidades, las ablanda y hace desaparecer el dolor de las mismas.

-Para disminuir las estrías úntate en la zona afectada y antes de acostarte una mezcla de aceite de salvia, dos cucharadas de lanolina derretida y cinco más de aceite de germen de trigo. Caliéntalo antes al baño maría, remuévelo bien y déjalo enfríar antes de la aplicación.

-Los esmaltes de uñas constantemente se modernizan y cada vez son más duraderos. No obstante, para asegurarte una perfecta manicura, hay algunos truquitos que debes saber. Lo primero de todo es aplicarte una base para alisar la superficie de la uña. Después ponte una capa de esmalte y espera a que se te seque bien antes de darte la segunda. Finalmente aplícate brillo protector transparente. Recuerda, sin embargo, que la uña también necesita respirar y esto no será posible si continuamente las tienes pintadas con esmalte ya que estos las resecan y el removedor de esmalte daña la raíz. Ten cuidado, pues. (Más trucos.)