Estilo, moda, belleza (y salud)

Cosas de mujeres

sábado, abril 28, 2012

Cuidados para el cabello con la llegada del buen tiempo

Llega el buen tiempo y los días soleados. Pero el astro amarillo es un enemigo del pelo porque lo somete a condiciones extremas. Hay que cuidarlo y saber hacerlo; hay, en definitiva, que cambiar nuestros hábitos de cuidado del pelo.
Es muy importante acordarse de acondicionar una y otra vez. El cabello tiende mucho a dañarse por el exceso de sol, de agua y de otras actividades al aire libre que pueden causar un estrés mayor a nuestro cabello. Es bueno usar un champú y acondicionador que no contenga fosfatos, sulfatos ni parabenos. Esto es importante en verano ya que, debido a los baños en el mar y en la piscina, el cabello se seca y necesitamos lavarlo con más frecuencia.
El agua salada proporciona un look natural pero puede secar demasiado el cabello. Hay que tratarlo con algún acondicionador al salir del agua y después, dejar que se seque al aire para que se formen unas ondas naturales y sexys. Cuando el pelo esté seco se puede vaporizar sobre él un espray para conseguir un brillo espectacular y completar así el look. Sin embargo, el cloro de las piscinas es el peor enemigo del cabello. Al salir, acláralo con abundante agua para eliminarlo todo. Después, recógelo en una coleta baja o hazte un moño, un look perfecto después de un baño en la piscina.
El mejor consejo para mantener un pelo brillante y bonito es usar una mascarilla hidratante una vez a la semana para ayudar a reparar el cabello. Así, le proporcionamos al cabello el extra de hidratación que necesita y también ayuda a reconstruir la estructura del pelo desde el interior. El resultado es un cabello increíblemente bonito y brillante.
Las trenzas y las coletas son los recogidos más cómodos para no pasar calor en los días de más sol. Cuando estás en la playa puedes recoger tu cabello en un moño sencillo, chic o simplemente dejar las sexys ondas playeras de tu melena al natural.

viernes, abril 20, 2012

Dientes sensibles

Si tomar un café o un helado te produce molestias en la boca, probablemente es porque tienes los dientes sensibles. Es una dolencia frecuente, provocada por la erosión del esmalte o la recesión de la encía, pero tiene solución.
La sensibilidad dental puede manifestarse con molestias en el cepillado, al ingerir alimentos fríos o calientes, o incluso con el contacto sobre el diente y con el aire. El primer paso es acudir a un odontólogo, que debe asegurarse de que no existan otros problemas que puedan estar causando la sensibilidad, como una caries, o una fisura en un diente, por poner algunos ejemplos.
Los dientes se vuelven sensibles cuando la dentina (que es la capa del diente que queda cubierta por el esmalte) queda al aire. La dentina tiene unas pequeñas terminaciones, llamadas túbulos microscópicos, que van desde la dentina hasta el nervio del diente, y que cuando quedan expuestos, causan dolor. La dentina queda expuesta por la recesión de las encías o por un cepillado demasiado vigoroso. Todo esto provoca que la zona de la línea de las encías pueda volverse hipersensible.
Tratamientos: Es un problema que se soluciona con bastante facilidad en la mayor parte de los casos. El tratamiento más frecuente es el uso de pastas de dientes desensibilizantes. Estos dentífricos tienen compuestos (como el cloruro de estronio o nitrato de potasio) que ayudan a bloquear la transmisión de sensaciones de la dentina al nervio. Otro tipo de tratamientos, esta vez realizados por un dentista en consulta, es aplicar flúor en las zonas sensibles, ya que se une al diente y refuerza el esmalte, remineralizando la superficie de la pieza dental afectada. El oxalato y el cloruro de estronio pueden ser aplicados de la misma manera. También pueden sellarse las zonas sensibles con un material plástico o una especie de resina que restaura el color del diente. Para el caso de la recesión de las encías, el médico puede emplear un producto que se asemeja a un barniz plástico que sella perfectamente el diente en la zona de la raíz.
Cuidados: Para evitar que se produzca la sensibilidad dental o aliviar los síntomas de los casos más leves, sigue estos consejos: Usa una pasta dental especial para dientes sensibles. Evita utilizar pastas dentales con blanqueador o para quitar el sarro, pueden aumentar la sensibilidad a la temperatura. Cepíllate los dientes con un cepillo de cerdas suaves. Los movimientos deben ser cortos y de atrás hacia delante, y viceversa y de arriba abajo. Usa hilo dental y colutorio (líquido para enjuagarse la boca) todos los días. Si persisten las molestias, acude a un odontólogo.