Contra la caída de cabello

Un cabello sano sobre nuestras cabecitas nos da seguridad y nos ayuda a sentirnos mejor con nosotras mismas, pero en ocasiones la mala alimentación, el estrés o un incorrecto cuidado de nuestro pelo puede acabar dañando nuestra cabellera y precipitando su caída prematura.

No os asustéis, la pérdida de pelo es algo absolutamente normal. Nuestro cabello se renueva continuamente; así, de acuerdo con los expertos, cada día se nos cae una media de 50 a 100 pelos. Se trata de un ciclo natural. Sin embargo, algunas experimentamos una pérdida excesiva de cabello. Sufrimos lo que comúnmente se denomina como alopecia, es decir, la caída y debilitamiento del pelo sin que se produzca la renovación del mismo.

La alopecia afecta principalmente a los hombres, quienes suelen perder pelo en las entradas y parte superior de la cabeza, pero cada vez es más común que las mujeres experimentemos también este problema. En nuestro caso, el patrón de calvicie es diferente pues el cabello se nos vuelve más fino y menos abundante en toda la superficie de la cabeza.

La pérdida del pelo ha sido generalmente relacionada con la herencia genética. No obstante, el estrés y otras muchas circunstancias como el insomnio pueden favorecer o propiciar su caída.

Otras causas frecuentes:

-Después de una enfermedad o de una cirugía mayor es habitual que las personas pierdan una gran cantidad de pelo. Esta pérdida de cabello se suele dar a los tres o cuatro meses y es temporal. Se relaciona con el estrés causado por la enfermedad.

-Es habitual que las mujeres que hayan dado a luz noten que se les cae más el pelo a los tres meses de haber pasado por el quirófano.

-Los problemas hormonales pueden ocasionar la pérdida del cabello cuando la glándula tiroide está demasiado activa o menos activa de lo normal o cuando no existe un balance entre hormonas masculinas y femeninas.

-Algunos medicamentos causan la caída del cuero cabelludo, como es el caso de los anticoagulantes destinados a evitar la formación de coágulos de sangre, la quimioterapia, las píldoras para el control de la natalidad o los antidepresivos.

Aunque en muchos casos es difícil evitar la pérdida del cabello, los expertos recomiendan prevenir su caída con una higiene y un cuidado adecuados. No se debe olvidar que el cabello está compuesto por elementos como agua, sales minerales, proteínas y lípidos, y que para poder mantenerlo sano y fuerte deberemos seguir algunos consejos como:

-Lavar el pelo con frecuencia teniendo en cuenta las necesidades de cada cuero cabelludo.

-Utilizar un champú que respete el Ph de nuestra piel y productos no agresivos.

- Masajear el cuero cabelludo durante el lavado unos tres minutos para activar el riego sanguíneo y aclarar con agua tibia para después finalizar con agua fría.

-No abusar del secador y utilizarlo sólo a temperaturas bajas y a cierta distancia del cabello.

-Cepillar el pelo a diario y en seco, dada la mayor fragilidad del pelo húmedo.

-Evitar el uso continuado de gorros, lacas, gominas y fijadores, así como las coletas y los peinados tirantes.

-Aclarar el salitre del agua del mar o el cloro de la piscina con agua dulce y proteger el cabello de la radiación solar.

-Mantener una dieta rica en vitaminas B, H y A. Los cereales, las legumbres verdes y los suplementos vitamínicos diarios otorgan un mayor número de defensas al cabello evitando su caída.

Cuando la prevención no ha sido suficiente y la alopecia se ha convertido ya en uno de nuestros principales problemas debemos saber que existen varias soluciones para detener la pérdida de cabello o poblar las zonas que han quedado calvas.

Según los expertos, algunos medicamentos como el minoxidil y finasteride logran detener la caída del cuero cabelludo en la mayoría de los casos. Aunque es muy difícil que vuelva a surgir pelo, son muy recomendables para las chicas jóvenes qua apenas han sufrido su pérdida.

Para las personas mayores o los casos de alopecia más avanzada la opción más recomendable es el autotrasplante o el microinjerto de cabello, que consiste en la implantación de cabello del paciente de las zonas pobladas a las alopécicas mediante pequeñas incisiones.