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Cosas de mujeres

miércoles, diciembre 06, 2006

Cómo evitar el aumento de peso durante las fiestas

Las fiestas y las vacaciones son tiempo de diversión en indulgencia. Es fácil saber qué estás pensando. Ni siquiera quieres escuchar sobre fitness en este período. Sólo quieres disfrutar de ti misma.
De acuerdo, antes de que te sientas culpable, es necesario que sepas que nueve de cada diez personas piensan del mismo modo. Las festividades no deben ser eliminadas o evitadas, ya que es posible que disfrutes de momentos excelentes manteniendo tu peso y tu régimen. El secreto para lograr una temporada vacacional que incluya diversión y salud se encuentra en la moderación. Existen dos abordajes típicos a las festividades de estación:
*Arrojar todos los hábitos saludables por la ventana y complacer todos los placeres culposos.
*Morir de hambre durante algunos días para después poder disfrutar de la bebida y la comida de las fiestas.
Desde ya, ninguno de estos abordajes resulta exitoso a la hora de mantener la salud y la silueta. Como ya se ha dicho, la clave está en la moderación.
Con un abordaje moderado en cuanto a lo que comes (o no comes) y al ejercicio que hacer (o no haces), puedes evitar cargar unos kilos extra y participar de toda la diversión.
Estos son unos consejos que van a serte útiles:
Crea un plan antes de la hora. Antes que las vacaciones comiencen a respirarte en la nuca, confecciona una plan para incorporar ejercicio y buena nutrición a tu rutina diaria. Evalúa tus vacaciones y determina, de modo realista, cuánto tiempo disponible tendrás para entrenar y para ingerir comidas saludables. No pongas en suspenso tus objetivos de entrenamiento hasta después de las fiestas.
Si no puedes ejercitar durante este período tanto como lo haces normalmente, ajústalo apropiadamente. No utilices la excusa de que no tienes tiempo para realizar toda la rutina de modo que termines sin ejercitar en absoluto. En cambio, acepta la limitada disponibilidad y simplemente reduce la duración o la frecuencia del ejercicio. Es mucho mejor acortar el tiempo de entrenamiento que eliminarlo por completo.
En el día de las festividades, asegúrate de comer regularmente a lo largo de todo el día. Si la fiesta es por la noche, toma el desayuno, almuerza y come algún snack a media tarde (tal cual harías cualquier otro día). Una vez que estés en la fiesta, anímate y permítete comer algunos de los deliciosos manjares.
Dado que has hecho tres colaciones con anterioridad, probablemente encuentres que no te encuentras dispuesta a desbordarte con toda la comida que se te cruce. Sin embargo, si mantuviste la boca cerrada durante todo el día para dejar todo el consumo de calorías para la noche, estarás tan hambrienta para el comienzo de la fiesta que difícilmente no te desbordes.
Agenda tus rutinas. Márcalas en el calendario y establece el tiempo para completarlas. Considéralas tan importantes como cualquier otra reunión, entrevista o evento que tengas marcado en el calendario. En la fiesta, comienza por comer algunas de las ofertas gastronómicas más saludables. Por ejemplo, vegetales, trozos de frutas, rodajas de pollo, etcétera. Luego, continúa con algunas de las ofertas menos saludables (pero deliciosas). Habrá menos posibilidades de que te atores con este tipo de comida si ya has ingerido los platillos saludables. De esta manera, no te sentirás privada ni insatisfecha.
En días que no te sientes motivado o, simplemente, no tienes tiempo para completar la rutina de ejercicios, comprométete hacer sólo 10 minutos de ejercicios. Probablemente, termines haciendo más una vez que hayas comenzado. De cualquier modo, si terminas ejercitando sólo esos 10 minutos, eso es mucho mejor que no entrenar.
Cuando se te presente una gran variedad de opciones gastronómicas, es habitual que sientas tentación por probar todas las alternativas. En lugar de comer una gran porción de torta de chocolate o un plato gigante de albóndigas, elige muestras de pequeño tamaño de los distintos postres y aperitivos. De esta manera, encontrarás el disfrute de poder probar todo sin exacerbarte.
Ejercita en casa. Te sentirás más inclinada a cumplir tu compromiso para con el ejercicio que si tienes que ir hasta un centro de entrenamiento. Además, no perderás tiempo manejando, estacionando, en los vestuarios o esperando para usar el equipamiento. Además, para ejercitar en casa se requiere muy poco o nada de equipamiento.
Evita el consumo de calorías que viene de la mano de las bebidas alcohólicas. En promedio, un vaso de bebida alcohólica contiene entre 150 ó 200 calorías por vaso. Con sólo dos o tres tragos habrás consumido el equivalente de calorías contenidas en una comida entera. Si consumes este tipo de bebidas, elígelas con inteligencia. Por ejemplo, en lugar de tomar un vaso entero de vino, intenta mezclar medio vaso de vino con medio vaso de soda. Esto te ayudará a acotar las calorías a la mitad.
Cuando salgas a hacer los recados, asegúrate de comprar algunos snacks saludables para tener siempre a mano. Luego, cuando tengas apetito después de entrenar no estarás tentada de comer algo en el patio de comidas del shopping o en la casa de comidas rápidas de camino a casa.