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Cosas de mujeres

viernes, marzo 18, 2011

Mal hidratada, peor rendimiento y alteraciones de la salud

Seis de cada diez mujeres bebe menos de dos litros de líquido al día y eso es a todas luces una cantidad insuficiente para estar bien hidratadas ya que, como término medio, las mujeres necesitan 2,7 litros al día, de los cuales 2,2 deben proceder de bebidas.
La cantidad de líquido que hay que beber a lo largo del día varía en función del sexo, la edad, la actividad física o las condiciones de temperatura o humedad. No obstante, aunque las mujeres necesitan menos líquido para estar hidratadas que los hombres (2,2 litros frente a 3) y están más concienciadas, en la práctica beben menos que ellos, ya que solamente el 40% de los hombres están insuficientemente hidratados.
La falta de hidratación puede generar alteraciones para la salud, ya que tiene consecuencias como el cansancio, dolor de cabeza, dificultad de concentración, malestar general, calambres musculares, náuseas, aumento del ritmo cardiaco, o el empeoramiento tanto de la hipotensión como de la hipertensión, además de agravar algunas enfermedades.
En situaciones en las que se requiere un esfuerzo mental intenso, como en el trabajo o mientras se estudia, no hidratarse correctamente reduce el rendimiento mental y empeora algunas facultades como la memoria a corto plazo, la capacidad de concentración o las habilidades matemáticas.
También con la calefacción, al realizar actividades domésticas o al ir de compras se incrementa el riesgo de deshidratación porque las pérdidas hídricas son mayores. Por ejemplo, en una tarde de compras se pueden llegar a perder hasta 0,6 litros, ya que las aglomeraciones de gente, la calefacción de las tiendas y las largas distancias son factores que favorecen este proceso.
Consejos para hidratarse bien: Beber un mínimo de 2 litros de líquidos al día. / Incluir en la dieta alimentos ricos en agua. / Variar el tipo de bebidas que se toman a lo largo del día (agua, infusiones, refrescos, zumos...). / Tener especial atención durante el embarazo y la lactancia. / Las mujeres mayores deben ingerir líquido aunque no tengan sed (se pierde la sensación de sed y se deteriora el mecanismo de regulación térmica).