Dove lleva de nuevo la belleza a estudio

Según resultados de un estudio realizado a 3.300 mujeres en once países por la firma de belleza Dove, el 90% de las mujeres quiere cambiar de look.

Conviene recordar que hace tres años, la misma empresa presentó el estudio ‘La verdad acerca de la belleza’, que revelaba que sólo el 2 por ciento de las mujeres entrevistadas se sentían bellas. Ahora, en una nueva investigación denominada ‘Mas allá de los estereotipos: reconstruir las bases de las creencias sobre la belleza’, se ha analizado el origen y el desarrollo de la autoestima y el impacto de los ideales de belleza en la vida de las mujeres y de las adolescentes en todo el mundo. Para esta ocasión se ha contado con la participación de mujeres de entre 15 y 64 años.

Los resultados arrojados por el estudio han provocado alarma entre los especialistas debido a que ‘‘el 88% de las mujeres de 18 a 64 años y el 92% de las adolescentes de 15 a 17 años desean cambiar al menos un aspecto de su apariencia física, entre las que el peso corporal es el principal’’.

La socióloga Susie Orbach, del Departamento de Sociología de la Escuela de Económica de Londres, que colaboraba en el estudio destaca que ‘‘la correlación entre la satisfacción de una mujer con su aspecto y su autoestima es evidente. Y los efectos que tienen los ideales de belleza definidos de manera estricta en las mujeres son dramáticos. La belleza es un factor tan importante para las mujeres que afecta sus sentimientos de autovaloración y sus capacidades respecto de la forma en que se desenvuelven en la vida. Es importante ayudarlas a superar estos estereotipos de belleza dañinos para llegar a adoptar formas más auténticas y positivas de sentirse bellas’’.

‘‘La satisfacción de una mujer con respecto a su apariencia está estrechamente relacionada con su autoestima. El 14% de las mujeres y el 19% de las adolescentes asumen tener baja autoestima’’, subraya el estudio.

De los países estudiados, las mujeres japonesas seguidas de las británicas son las que más desean un cambio físico, en tanto que las italianas han sido las que menos se inclinaron a efectuar un cambio. Esto, señala el informe, se relaciona con la información conseguida en estos países respecto de la propia apariencia y autoestima.

Un aspecto alarmante ha sido que una cantidad considerable de mujeres, en particular las adolescentes, dejan de participar de actividades que tienen que ver con la realización personal, como expresar su opinión o concurrir a una entrevista de trabajo, por sentirse disconformes con su aspecto. Además, una de cada 10 mujeres pone en riesgo su salud al evitar asistir a una consulta médica por no estar conformes con su cuerpo. Esta tendencia es más elevada en Japón.

En los resultados del estudio se agrega que el uso de las cirugías estéticas como instrumento para mejorar el cuerpo ha llevado a que se reduzca más la edad de las jóvenes que acuden a la ayuda del bisturí. Del informe se desprende que ‘‘el 25 por ciento de las mujeres y el 24 por ciento de las adolescentes considerarían recurrir a la cirugía plástica’’. En los países encuestados, Brasil ha sido el que más cantidad de cirugías plásticas realiza a mujeres disconformes con su cuerpo.

Por otra parte, también se toca el tema de las dietas y los desórdenes alimentarios en el estudio realizado. Así, se considera que existen diversas causas que conducen a una persona a tener problemas de alimentación como pueden ser el deseo de mejorar el aspecto físico, la búsqueda de un bienestar en relación con lo físico y lo emocional, el intento por reducir la obesidad y el autocontrol, entre otros. A partir de las encuestas se determina que hay una relación entre estos comportamientos y la autoestima y la satisfacción respecto de la apariencia. Esto puede resultar perjudicial para las mujeres disconformes porque son más propensas a llevar una alimentación desordenada en los momentos en que no se siente bien con su aspecto físico.

Las normas culturales y sociales de cada país ocupan un lugar fundamental en el deseo de las mujeres de lograr un cambio estético y, especialmente, en lo que respecta al pelo, el color de la piel y los ojos. ‘‘El deseo de cambiar el cabello se manifiesta más frecuentemente en Brasil, Asia y Arabia Saudita. El deseo de cambiar el color de la piel se registra mayormente en Asia, y el deseo de cambiar la forma de los ojos se registra principalmente en Japón. En muchos países, se hace hincapié en los ojos. El cambio de color ha sido mencionado en México, Brasil, Canadá y la Argentina, y en Japón se hace referencia al cambio en la forma de los ojos. En Brasil, el pelo de una mujer (textura, largo y color) es un indicador de la clase social y de la raza. El pelo largo y lacio es el más deseado’’. Por otro lado, la relación entre los ideales de belleza, la satisfacción respecto de la apariencia y la autoestima ha sido también otro punto de la investigación. ‘‘En el ámbito regional, las mujeres japonesas y, en segundo lugar, las británicas, registran los niveles más bajos de satisfacción en relación con la apariencia y autoestima, en tanto que las mujeres saudíes registran los niveles más elevados’’. El estudio explica que estos resultados también reflejan las normas culturales de Japón, donde las mujeres tienden a sentir vergüenza, a ser tímidas y a tener la necesidad de ser aceptadas, y de Arabia Saudita, donde las mujeres responden a la doctrina religiosa musulmana en lo que respecta a la aceptación de la propia apariencia.

De acuerdo con el estudio, las mujeres saudíes y mexicanas registran niveles de satisfacción con relación a la apariencia y autoestima significativamente más elevados que las mujeres de otros países (a excepción de los Estados Unidos en lo que respecta a la autoestima). Además, las mujeres japonesas registran niveles en ambos aspectos significativamente más altos que las mujeres de los otros países encuestados.

En otro orden, cerca de la mitad de las mujeres entrevistadas creen que las ideas de belleza de sus madres han determinado las propias. Sobre este aspecto, la socióloga Nancy Etcoff, de la Universidad de Harvard, también colaboradora del proyecto, comenta que ‘‘ss importante observar cómo el diálogo entre madre e hija puede afectar positivamente en el desarrollo de la autoestima, la imagen corporal y la satisfacción de una adolescente. Sabemos a partir de este estudio, que las mujeres anhelan lograr el control sobre los ideales de belleza para sí mismas y para las próximas generaciones. Lo vimos claramente cuando le preguntamos a las mujeres acerca de sus deseos para las generaciones futuras’’. Otro dato relevante es que cuando las mujeres se sienten disconformes con su aspecto físico son más proclives a buscar ayuda en su entorno cercano, sea familiares o amigos. Sin embargo, las menos proclives a recurrir a este tipo de conexión, cuando se sienten disconformes, son las mujeres chinas, seguidas de las argentinas y las italianas.

La imagen del prototipo de la mujer en los medios de comunicación también ha sido objeto de opinión de las entrevistadas. ‘‘Más de la mitad de las mujeres desearían haber visto adolescentes y mujeres que se parecieran más a ellas en las revistas’’. Asimismo, se destaca la manera en que los medios de comunicación representan los rasgos occidentales y muestran modelos caucásicos de pelo lacio, ojos grandes y piernas largas. La socialización de la belleza, los efectos de los estereotipos de belleza vigentes y el deseo de revertir la situación son temas abordados por el estudio con el objetivo de cambiar la dinámica de los estereotipos de belleza para las futuras generaciones de adolescentes. Un mensaje crucial si es que se quiere una población más saludable.