El botox, la fuente de la eterna juventud

La toxina botulínica es, ahora mismo, una de las soluciones para eliminar las primeras arrugas sin tener que pasar por una intervención quirúrgica. Eso sí, los efectos que produce no son naturales y siempre hay que estar asesorada por un buen especialista. Mediante la aplicación directa de una toxina que paraliza determinados músculos faciales, es posible rescatar la lozanía del rostro. El botox tiene un efecto principal que consiste en la paralización temporal de los músculos faciales donde se inyecta en pequeñas dosis. De este modo, se consigue una piel fresca, tersa y sin ninguna señal de imperfección. El botox tiene muchas otras aplicaciones en medicina. Las primeras investigaciones comenzaron en Estados Unidos, en los años 60. Se pretendió utilizar como agente terapéutico para el tratamiento de enfermedades relacionadas con desórdenes neurológicos, caracterizados por una involutaria contracción muscular. Durante muchos años, los oftalmólogos estudiaron la sustancia para tratar espasmos involuntarios de la musculatura de los párpados, «ticts»,...

Algunos médicos lo usan para disminuir el sudor y para hacer una serie de pequeñas extracciones que paralizan los nervios que estimulan las glándulas sudoríparas.

¿Cómo se utiliza?

Las inyecciones de botox son una solución dolorosa y temporal, además de cara. Los efectos duran entre 4 y 6 meses. Asimismo, es necesario realizar el mismo procedimiento dos veces al año o como máximo tres. La aplicación de este producto se hace con agujas finas en las áreas que requieran una corrección. Su uso está indicado para eliminar o disimular las pequeñas arrugas alrededor de los ojos, en las cejas e incluso, para evitar las marcas de la sonrisa. Al cabo de una semana los efectos se hacen palpables. Después de que el botox se haya aplicado, la recuperación es rápida. Lo ideal es no tocarse la cara ni acostarse como mínimo durante cuatro horas. Eso sí, es conveniente mover los músculos corregidos, arrugando la frente, las cejas o los ojos, para conseguir los efectos deseados.